El Internet de las Cosas (IoT) es un movimiento tecnológico con gran fuerza que revoluciona la forma en que las organizaciones y las personas toman decisiones, tanto en los negocios como en actividades en particular.
El Internet de las Cosas (IoT) es un movimiento tecnológico con gran fuerza que revoluciona la forma en que las organizaciones y las personas toman decisiones, tanto en los negocios como en actividades en particular.
En el nuevo escenario digital en el que se deben desempeñar las organizaciones, la protección de los datos y de las aplicaciones de negocios, es una estrategia que forma parte de los puntos clave para la continuidad del negocio y la productividad.
Estadísticas de Kaspersky Lab revelaron que los usuarios en América Latina han recibido un total de 677,216,773 ataques de malware durante los primeros ocho meses de 2017, lo que representa un aumento de 59%, es decir, cada hora, los usuarios en la región sufrem 117,572 ataques de malware o 33 ataques por segundo.
Palabras como virus, troyano, gusano y ransomware se han vuelto muy comunes entre los usuarios de la tecnología y el principal propósito de este tipo de desarrollos es obtener información crítica de compañías y personas para sacar un provecho económico.
La conformación de una arquitectura de cómputo en la nube se enfrenta a retos importantes en materia de ciberseguridad ya que los criminales están cada vez mejor preparados para explotar las vulnerabilidades en los Centros de Datos Híbridos, donde la información fluye entre ambientes privados y públicos.
Los ataques causados por los códigos maliciosos de Petya y WannaCry mostraron la rápida propagación y el amplio impacto de las técnicas de infección conocidas como ransomware, pero más allá de sólo secuestrar los datos de las empresas y solicitar dinero por ellas, ahora los delincuentes trabajan en afectar las estrategias de continuidad del negocio, como las copias de seguridad y respaldos que son necesarias para restaurar los sistemas y datos después de sufrir un ataque.
Cada vez más los cibercriminales dejan de centrar su atención en ataques contra individuos, para enfocarse en ransomware contra empresas, de acuerdo con los investigadores de la firma Kaspersky Lab.
En el contexto actual, el sector financiero es uno de los que más ataques cibernéticos está sufriendo. Aunque las instituciones financieras se están blindando con muchas herramientas, ahora existen nuevas amenazas. Una de las más recientes que se han descubierto es a través de los cajeros automáticos.
En el último año, alrededor del 70% de las empresas de gas y petróleo en Estados Unidos fueron hackeadas o sufrieron algún tipo de ataque cibernético, y el riesgo de sufrir de ese tipo de vulnerabilidad, sobre todo en la parte operacional, está presente en al menos 65 de